" Todo... todo es tan típico, excepto TÚ "

Inevitablemente SOLA.-

No hay mucho que decir, mis palabras se las lleva el viento.

ya no quedan las risas que me sofocaban y sin más preámbulos...

"me siento sola".

Callada en el silencio y junto a las manillas del reloj,

busco a quien imitar, a quien quitarle la vida y así empezar a vivirla yo.

Me ultra corrijo, me grito y me asombro por las felicitaciones ajenas y

lloro por mis caídas.

Hoy no hay mucho que decir, sólo busco una vida para robar...

unos recuerdos anexos a mí, para hacer como si los recuerdo.

Busco la mirada perdida de una mujer, para hacerme dueña de ella, busco los labios de

su amado, para decir que me pertenecen. Busco... busco una alma perdida que quiera acompañarme en mi soledad.

Como las hojas caídas en otoño,

mis lágrimas alcanzan la gloria en el suelo.

Al igual que una tonta enamorada,

al igual que un sin fin de besos gastados,

recuerdo los instantes pasados.

De nada sirve callar las palabras que quieren llegar a tus oídos.

Duermo en mi cama, sólo para no pensarte,

sólo para no llamarte. Pero de nada me sirve negarte .

Eres un niño dormido en juegos sexuales, un niño que no entiende

que no comprende y que jamás comprenderá. Vives debajo de tus ropas

enterrado en esos trapos indignos, que no merecen ser usados por tan bello ángel.

Vivo inmersa en la idealización más bella y pura.

Simplemente ilusionada por un joven que no existe.

Danzante y mal amante, pero ya no importa eso... tu nombre me cautiva del sólo recordarlo.

MAyoR es por ti este CalOr que me conSume.

Repentino.-

Y con los labios sumergidos en un vino tinto,


con las palabras justas para nombrar el ayer...


me miró... y sin palabras trasmitió lo que yo ya sabía.





Sin querer me introducía en una vida de suaves linajes,


de bellas perlas y ojos casi puros.

llama a las diez.. besa a las dos,


juega con mis labios de tercio pelo...


ríe por la mañana y dice pensar en mí por las noches.





Es verdad... ¿es verdad lo que Dulcinea puede sentir?


la niña Sofía, la niña Agustina,


cuál de estas locas doncellas ocupará su corazón...


tal vez ninguna, tal vez las dos.





Ya no pidas explicaciones, no hay nada que explicar...





Sí, soy una copia barata de la incredulidad,


de besos mal gastados y de engaños bien encaminados.

Gerardo.-

La última vez que lo vi, sé que tenía la intensión de abrazarme.

lo vi en sus ojos, lo vi en su expresión... pues, es casi imposible que una persona se te aparezca en frente cada cinco minutos, sin ninguna intensión.

Además él... siempre fue tan predecible, eso.. o yo lo conocía mucho, demasiado tal vez.

Sus fracasos, a mi lado se apaciguaban... se hacían "pequeñitos", casi inexistentes.

Mis labios lo calmaban y lo ayudaban a seguir. Pero sin mí... no era nada.

Lo último que supe de él, fue que no pudo tomar el tren, no pudo irse... no le alcanzó para el pasaje. Es extraño, pues siempre lo vi como algo más.

Nunca fue un Adonis, la verdad tiene cara de pocos amigos, mas para mí era perfecto... perfecto en su imperfección.

Era alegre y me hacía reír... pero no me oyó.

Lo recuerdo, sí... no con ansias de besarlo, más bien como el "HOMBRE" que me robó el corazón y que aún no lo devuelve.

No lo extraño, y si lo viera no le sonreiría. Él sabe porqué... y lo sabe bien.