callada en el aula, intento odiar la idea del soñar;
duermo entre mil almas sifonicas,
quienes aullan al sol.
mi cantar es pesado, mi pesar dormido.
mi alma, mi cuerpo
buscan la manera de repelerte,
de no sentir lo pasado y añorar el siguiente.
vivo inculta, sin fuerzas,
dormida, casi muerta,
inerte, sin vida,
dormida y fallida.
un ruido sonoro despierta mi cuerpo
mis manos y oidos resiven las ordenes,
mas, no responden por querer,
pues ya conocen la rutina
y solas recorren el camino conocido.
mil preguntas llegan a mi mente,
mas, no se responden.
te observo desde lo lejos.
un manto negro cubre tu cuerpo
¿piensas en mí?
enigmatica respuesta.
te observo de nuevo;
incomprendible es el sentimiento ajeno,
el cual confunde al pálido latente,
puro, casto;desea tus abrazos,
pero la razón repudia la idea.
duermes dormido, duermes sin fuerza.
calla dormido, pues es mejor que omitas
palabra alguna, no hagas ir a pelea a los cinco
años transcurridos, el seguro que ganará la
guerra.