Como las hojas caídas en otoño,
mis lágrimas alcanzan la gloria en el suelo.
Al igual que una tonta enamorada,
al igual que un sin fin de besos gastados,
recuerdo los instantes pasados.
De nada sirve callar las palabras que quieren llegar a tus oídos.
Duermo en mi cama, sólo para no pensarte,
sólo para no llamarte. Pero de nada me sirve negarte .
Eres un niño dormido en juegos sexuales, un niño que no entiende
que no comprende y que jamás comprenderá. Vives debajo de tus ropas
enterrado en esos trapos indignos, que no merecen ser usados por tan bello ángel.
Vivo inmersa en la idealización más bella y pura.
Simplemente ilusionada por un joven que no existe.
Danzante y mal amante, pero ya no importa eso... tu nombre me cautiva del sólo recordarlo.
MAyoR es por ti este CalOr que me conSume.
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