Una Extraña en su mundo !

Cuando te digo adiós se cierra la puerta, mas no se pierde el amor.
Estás inmerso en lo que no conoces, en lo que hace falta,

en la angustia… en la vida, en la muerte.

Cuando te digo adiós, me enfrento a la soledad,

a los recuerdos, a los llantos, a ese miedo que me enfría el cuerpo…

me enfrento a lo que no soy capaz de traspasar…

me enfrento a eso, a eso y más.

No lo sabes, no deberías saberlo,

no existe razón para estar al tanto; lo ignoras, lo desconoces.

Cuando te digo adiós dejas el cuerpo, pero queda la mente;

mi mundo se baña en un mar de trastornos y me vuelo loca,

me desangro, pierdo todo contacto con la humanidad,

pierdo todo raciocinio, pierdo toda la poca cordura que no poseo,

me despojo de ella, al igual como me despojas de mis vestimentas,

al igual que me sustraes de los recuerdos y…

me hace bien, me alivia, me ayuda.

pues soy tuya, no pertenezco a nadie que no seas tú,

a nadie.

Estoy perfectamente creada para ti,

tan finamente calculada para caber entre tus brazos,

para calzar entre tus labios, para perderme en el abismo de tu placer,

para cerrar los ojos y olvidarlo todo, TODO;

lo bueno, lo malo, lo impuro, lo casto.

Te pertenezco,
aunque al mundo le parezca descabellado,

aunque el silencio se coma mi inquietud,

aunque después de cada encuentro mis manos tiemblen por las memorias.

Te pertenezco aunque a otros les quite el sueño.

Cuando te digo adiós mi vida vuelve a la calma,

a la tristeza, a la enfermedad, a la rutina.

Mi cuerpo se viste desnudo y mi mente se llena de grotescas remembranzas,

mi vos humillada camina sombría en el sendero de no vida,

mis dedos temblorosos, mi vida desvalida,

mis sueños aún hundidos y

tú, tú sólo dices adiós, ignorante de mis pensamientos,

desconocido para el pasado, un extraño en el sufrimiento,

un visitante en mi agonía.